Hay relojes que no necesitan presentación, piezas que se han ganado su lugar en la historia por méritos propios y por las hazañas que acompañaron su camino. El Omega Speedmaster, también conocido como “Moonwatch”, es uno de ellos. No solo por su diseño atemporal, sino por haber sido testigo del mayor logro de la humanidad: la llegada a la Luna. Pero, como suele ocurrir con este tipo de iconos, su precio lo mantiene fuera del alcance de muchos aficionados.
Aquí es donde entran en juego los llamados “homenajes”. Relojes que, sin copiar de forma descarada, replican el espíritu de esos modelos históricos, adaptándolos a un presupuesto mucho más accesible. Y uno de los más destacados dentro de esta categoría es el Pagani Design PD-1701.
Pagani Design ya se ha hecho un nombre dentro del mundo de la relojería asequible. Sus modelos ofrecen especificaciones sorprendentes para el precio que cuestan, y el PD-1701 no es la excepción. Con una estética claramente inspirada en el Moonwatch y un conjunto de características que no solemos ver por debajo de los 100 euros, este reloj se presenta como una opción muy interesante para quienes buscan un cronógrafo atractivo, robusto y funcional sin romper la hucha.
Este cronógrafo equipa el movimiento de cuarzo Seiko VK63, un calibre híbrido que combina precisión electrónica con un módulo mecánico para la función de cronógrafo. Esto se traduce en una aguja trotadora con un barrido suave, muy similar al de un reloj mecánico.
La pila ofrece una reserva de marcha de aproximadamente tres años. Como era de esperar de un calibre firmado por Seiko, ofrece fiabilidad, precisión y un funcionamiento impecable.
Tanto la caja como el brazalete están fabricados en acero inoxidable 316L. El armis, de tipo President, tiene un acabado cepillado en sus eslabones con dos líneas pulidas en los laterales del eslabón central. Se siente sólido, sin holguras incluso tras meses de uso. El cierre es plegable, con 3 posiciones de microajuste y el logotipo grabado en bajo relieve.
También está disponible con correas de nailon en distintos colores, lo que permite adaptar el reloj a un uso más informal o deportivo.
La caja presenta un acabado mayormente cepillado con una línea pulida que recorre el canto a 45 grados. El conjunto está bien construido y el brazalete encaja perfectamente, sin holguras.
La corona es roscada, firmada con el logotipo de Pagani y con un estriado profundo que facilita el agarre, aunque puede resultar algo molesta si llevas el reloj muy ajustado. Los pulsadores del cronógrafo, situados a ambos lados, tienen un acabado pulido y ofrecen una pulsación precisa.
El bisel es uno de los puntos fuertes del reloj: está fabricado en cerámica, un material poco habitual en este rango de precio. Muestra la escala taquimétrica en blanco sobre fondo negro, con un ajuste perfecto sobre la caja.
El cristal es de zafiro con tratamiento antirreflejos de buena calidad. La unión con el bisel produce reflejos azulados muy estéticos que realzan aún más el diseño del reloj.
El dial es de color negro mate, ligeramente elevado sobre los tres subdiales: el izquierdo para los minutos del crono, el derecho para la hora en formato 24 horas y el inferior para los segundos continuos.
Bajo las 12 aparece el logotipo de la marca junto con el nombre y la leyenda "Chronograph", un añadido que personalmente me parece innecesario y algo recargado. El fechador, ubicado entre las 4 y las 5, está en negativo (números blancos sobre fondo negro) e integrado de forma muy limpia.
Los marcadores horarios son rectangulares y alargados, con lumen blanco que brilla en tonos verdosos. Los de las 3, 6 y 9 son más cortos para dejar espacio a los subdiales, y se complementan con índices de minutos más pequeños entre ellos.
Las agujas son de color blanco y contrastan muy bien con el fondo negro. Las principales tienen forma de lápiz, con lumen en el centro, mientras que la aguja del crono tiene forma de pica, con una punta luminosa. Las agujas de los subdiales no llevan lumen.
Este es, quizás, el punto más débil del reloj. El lumen es débil y su duración es limitada. En comparación con otros modelos de la misma marca, como el homenaje al Black Bay, el rendimiento es inferior. Aun así, cumple de forma básica en situaciones de poca luz.
La tapa es roscada, lo que garantiza una resistencia al agua de 100 metros. El diseño es elegante, con un anillo exterior grabado en bajo relieve con especificaciones técnicas, y un grabado central que representa una escena espacial, en clara referencia al Moonwatch original. Este tipo de detalles le añade un plus de carácter al reloj.
El PD-1701 mide 47 mm de largo, 40 mm de diámetro y 14 mm de grosor. Aunque es algo grueso para un cuarzo, en la muñeca resulta bastante equilibrado. El peso total con armis es de 140 gramos, lo que lo hace sentir sólido pero no incómodo.
Este modelo se puede encontrar habitualmente por unos 80 euros, aunque con ofertas puede bajar hasta los 70, especialmente si se elige con correa de nylon. Por este precio, ofrece unos acabados sobresalientes, cristal de zafiro, bisel cerámico y un movimiento fiable. Una opción muy competitiva dentro de los cronógrafos de entrada.